Para ti

Leyenda del santisimo "Cristo de las Cadenas"


En una calle de Oviedo según cuenta la leyenda su boda habia fijado una feliz pareja.

Noble y buen mozo es el novio, hermosa y gentil lo es ella y un futuro venturoso parece abrirle sus puertas

Pero el destino traidor que de todos lleva cuenta, aquellos nombres ha escrito en rojo, sobre su agenda.

Faltan muy pocos días para tan ansiada fecha, cuando un edicto llegó pidiendo gentes de guerra.
Fue necesario partir, sin que santo lazo uniera aquellos grandes amores que en Oviedo se recuerden
Estando en la despedida llora ella en amarga pena y, para tranquilizarla, el mozo, un rosal le entrega.
Mientras no florezcan rosas, le dice con voz muy queda, puedes estar segura que la muerte me respeta.
Pero si, por el contrario, algún dia floreciera, es que mi vida he perdido en esas lejanas tierras.
Esas palabras serían las últimas que le oyera y en su corazón se clavan como puntiagudas flechas.

Pasa el tiempo, inexorable, y las noticias que llegan con frecuencia de principio luego, más tarde, escasean.
Quien tenga lejos su amado sin saber de él, bien pudiera darse cuenta del dolor, que a la joven afligiera.

Y un mal día apareció, de su casa ante la puerta, un fraile que le llevaba, como ofrenda unas cadenas.
Prisionero el novio estuvo en sucia y lógreba celda, viendo consumir sus días en tal terrible condena.

Pudo liberarle el fraile pero grave mal le aqueja y ante su posible muerte, le pidió a Oviedo fuera.

Contando a su prometida toda la amarga odisea, y las cadenas llevara y en su casa las tuviera
Con el corazón partido la joven fuese a la aldea, donde un Cristo milagroso por el pueblo se venera.

En su presencia se postra y con gran fervor reza pidiendo que al ser querido la salud sea devuelta.

Bajo sus pies deposita las cadenas que él le diera y hoy se conoce este Cristo por "Cristo de las Cadenas"
Presto vuelve a desandar aquella misma caleya, de verdes sebes cercada, que hasta allí le condujera.

La razón no justifica el temor que ahora le entra, pero el corazón le dice algo que oír no quisiera.

Y corre desesperada hasta que a su casa llega y comprueba con horror, que ya el rosal rosas diera.








Rosas como sagre roja, bellas como nunca viera; en ellas hunde su rostro y con sus lágrimas riega.

Y desde entonces, la calle donde la joven viviera, como calle del Rosal la gente conociera


Hoy hace 8 años nosotros si pudimos casarnos y tuvimos como testigo esas cadenas


Je t'aime
I love you
T'estimo
Ti amo
Taim i' ngra leat
Ich liebe dich
Ik houd van jou
Jag a Iskar dig
S'apayo
Jeg elsker deg
Obicham te

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Que bonita historia de Amor, y mas si cabe si uno mismo y su amada pueden recordar su boda bajo los pies del Cristo de las Cadenas.
Gracias por estos 8 años y deseo pasar muchos mas junto a ti.
Te quiero.
Goyo

Anónimo dijo...

Feliz aniversario.
Que historia mas bonita me has emocionado.
Deseo que tengáis un feliz día.
Besos Carmen